La mayoría de las personas usa protector solar normalmente en el rostro, pero olvidamos que la piel más fina... delicada y propensa a las arrugas es la del contorno de ojos. Aquí es donde tus lentes de sol entran como la herramienta anti-aging más crucial de tu kit de belleza.

No son solo un accesorio de moda; son una necesidad dermatológica.

El sol provoca dos daños principales que aceleran el envejecimiento en esta zona. Primero, la radiación UVA y UVB descompone las fibras de colágeno y elastina. Segundo, al estar al aire libre o conducir, el reflejo solar nos obliga a entrecerrar los ojos de forma constante. Este gesto, repetido miles de veces, graba las líneas de expresión que conocemos como "patas de gallo".

Un lente de sol con protección UV 400 (como todos los disponibles en nuestras tiendas), actúa como una doble barrera: física y funcional. El marco, especialmente si es grande y envolvente, protege la piel del sol directo. Además, las lentes de alta calidad eliminan el reflejo que provoca el fruncimiento, permitiendo que los músculos de tu rostro permanezcan relajados. Es una forma de Botox preventivo natural y con estilo.

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...Por lo tanto, pon atención en el estilo, la materialidad y también en los cristales que atraen tus nuevos anteojos de sol. Debe ir más allá de la tendencia del momento.

Te recomendamos que prefieras lentes que ofrezcan polarización (puedes consultar con nuestros vendedores para que te asesoren) y la máxima protección UV. Al utilizar tus lentes religiosamente (incluso en días nublados), estás invirtiendo activamente en la longevidad y suavidad de la piel que rodea tu mirada. Una mirada relajada, es una mirada eternamente joven.